Este es un tema delicado pero bastante necesario de sacarlo a la luz, hablarlo y tratarlo. Se trata de algo que está aparentemente oculto porque no siempre es visible, pocas veces se visualiza y se presta atención a las señales, pero miles de adolescentes y jóvenes lo sufren.
Ya hemos hablado de los peligros que guarda internet y cómo nos hace evadirnos de nuestro alrededor, haciéndonos perder muchas cosas. Impacta en nuestro cerebro de diversas maneras. Pero con lo grande que es internet y el mundo digital, los daños que puede causar no solo se limita a eso, va más allá, claramente.
Todos sabemos que las cosas que se publican no sabemos nunca si son reales o no. Algo que llama la atención a miles de jóvenes es impresionar en las redes sociales. Recibir likes y aprobación de otras personas. La aprobación de los demás es la aprobación de ellos mismos. Viven sus días buscando eso constantemente. Y esto tiene su peligro.
Filtros, fotos retocadas, fomento de dietas para adelgazar... son cosas que abundan en las redes e impactan de forma negativa en los adolescentes. La insatisfacción corporal, la delgadez extrema, las dietas para perder peso, las comparaciones corporales... VAN EN AUMENTO.
Llega a un punto de obsesión. Querer ser como tal o querer tener el cuerpo de tal. La autoestima y la imagen corporal de uno mismo desciende a niveles peligrosos cuanto más tiempo pasa en las redes sociales. Está comprobado que el uso prolongado de redes sociales ocasiona baja autoestima, ansiedad y depresión.
Por otro lado, se suscita la perfección corporal a través de dietas para bajar de peso. Dietas restrictivas, tips para adelgazar... publicadas por personas que no son profesionales de la salud. Los trastornos alimentarios son problemas muy graves y delicados que afectan a muchos jóvenes. Es importante recalcarlo porque el impacto que genera en el cuerpo es muy grande.
Los porcentajes de grasa y masa muscular son mínimos y disminuyendo. Se van deteriorando funciones corporales. Aparece la amenorrea. Desarrollo de enfermedades. Problemas a nivel intestinal. Todo esto hablando desde el lado físico y corporal.
Hablando desde el lado mental, tenemos ansiedad, depresión, culpabilidad, fracaso, emociones negativas, sentir que no vales nada, autoestima baja, comparaciones, pensamientos rumiantes entorno a perfección y comida... puedo seguir con la lista pero creo que esto es más que suficiente para entender por donde voy.
Esto es una recuperación de la cual toma tiempo y es muy duro el proceso. Sabemos que es bastante difícil que se puedan tomar medidas, (aunque sé que en algunas cosas e incluso en algunos países se están llevando a cabo) pero debemos protegernos nosotros mismos.
Y seguramente te preguntes como no caer en esos problemas, que tus hijos no caigan o que alguien de tu alrededor no caiga. Pues es muy difícil. Pero podemos tener en cuanta ciertas cosas como no hacer comentarios acerca del peso, del cuerpo, de la comida... comentarios que generen malestar en otra persona.
Comentarios como "¿eso te vas a comer?", "muchas calorías veo yo ahí", "no, es que tu pesas más que yo", "estoy yendo al gimnasio porque me quiero ver más delgada".
Aclaraciones ante estos comentarios.
Calorías por aquí, calorías por allá... hablamos de los alimentos y la comida como si realmente supiéramos que estamos diciendo. No es así. Alimentos con alto valor en calidad nutricional pueden ser altos calóricamente y buenos para el cuerpo. Un ejemplo, el aceite de oliva virgen extra y el aguacate. NO hablemos de calorías si no sabemos de qué estamos hablando. Creamos inseguridades e incomodidades en otra persona innecesariamente. Comentarios tan simples como esos tienen mucho impacto negativo. Y veracidad en las palabras, cero.
El peso no es más que un número. Seguro que si te has pesado alguna vez dos veces en un día, en diferentes momentos del día has visto que el número ha variado. No has engordado de la mañana a la tarde. El cuerpo cambia, no es algo estático. Estamos vivos por dentro y como toda materia viva... cambiamos. El peso refleja una mínima parte de lo que realmente somos. Masa grasa, masa muscular, masa ósea, porcentaje de grasa y porcentaje muscular, agua... quiero decirte vamos. Que se nos va la cabeza pensando en que mi amiga pesa X y yo Y. El peso no lo dice todo. No te peses, no te compruebes.
Empezar a ir al gimnasio debería ser por tu propia salud, no por querer cambiar tu cuerpo. Eso es algo secundario. Claramente haciendo ejercicio tu cuerpo cambia, pero ¿por qué siempre nos fijamos en los cambios estéticos? ¿es que no hay otros cambios que percibir? Te sientes más fuerte, más ágil, más en forma, no te cansas tan rápido, te sientes con más energía... ¿dónde queda todo esto?
Aprendamos a mirar más allá de una cara bonita y un cuerpo moldeado. Porque las personas no solo somos pura estética. Somos mucho más que eso. Somos emociones, pensamientos, actitudes, objetivos, inteligencia, aprendizaje, creatividad...
Añadir comentario
Comentarios